Un Consejo de tutela, compuesto de cinco senadores nombrados por el último Rey, tendrá el particular encargo de cuidar de la educación del Rey menor, y será consultado en todos los negocios de importancia relativos a su persona y a su casa.
. Doy gracias a Dios porque he entendido que su Palabra se presenta con una claridad meridiana cuando se dirige a un espíritu predispuesto a recibirla.
En ningún lado de las Escrituras se encuentra que Dios demanda el diezmo de capital. No obstante, tenemos el caso del fariseo y el publicano en la paráFábula de
El espíritu de este estudio no ha sido la controversia, sino la expresión de quien siente un vivo celo por la pureza de la doctrina.
Sin bloqueo, si nuestra meta es acumular tesoros en el cielo, viviremos una vida de obediencia a Dios usando nuestros capital para su servicio y para extender su reino en la tierra. El uso que demos a nuestro hacienda reverberará el corazón de Dios.
En consecuencia, los genuinos creyentes debemos aceptar el compromiso de escudriñar la Escritura a fin de no tener dudas al respecto; es nuestra responsabilidad discernir lo que está escrito a fin de testificar con certezas la verdad del evangelio honrando a aquel que redimió nuestras almas.
Por eso los Patriarcas y todos los hombres que en la caducidad querían obtener a la presencia de Dios para hacerle cualquier tipo de ofrenda sabían que, para que estas sean aceptadas, primero debían hacerlo a través de una ofrenda cruenta; y eso que esos sacrificios no eran más que sustitutos, figura de Aquel que habría de ofrendarse a Sí Mismo.
Los diezmos que ofrecieron Abraham y Jacob no sólo fueron hechos por motivos diferentes, sino que Por otra parte diezmaron el producto de distintas cosas y a distintas personas. Luego, para que el diezmo pueda considerarse como principio, norma o condición; las motivaciones, el tipo de ofrenda y a quién se ofrenda, debe responder a un mismo patrón claramente determinado. Este, debe ser el punto de partida para tener una idea correcta acerca de la ejercicio del diezmo.
Estos tipos de diezmos eran recaudados por un colector o colector para luego entregarlos a las autoridades eclesiásticas pertinentes. Una tiempo el diezmo Cuadro recaudado, se procedía a dividir here su destino en tres partes iguales:
Basado en las Escrituras, algunos escritores antiguos presentan la obligación de ayudar a la Iglesia como una estatuto divina que obliga a la conciencia. Ya se legisló sobre la contribución a la Iglesia en la carta de los obispos reunidos en Tours (567) y en los cánones del Pastor con enseñanza bíblica Concilio de Macon del 585. Al principio la contribución se le pagaba al prelado pero mas tarde el derecho pasó a los sacerdotes parroquiales.
Todos y cada singular de estos casos compartían la misma finalidad: recibir una especie de impuesto para subsidiar las parroquias e iglesias (cristianismo católico) de su imperio o gobierno.
La iglesia debe usar las ofrendas y diezmos conforme a lo que dicen las Escrituras. Esto quiere proponer que se usarán para la extensión del reino de Dios, para sostener a los que predican la Palabra y para aliviar las deposición de los que atraviesan dificultades económicas.
El diezmo debe tomarse como principio para ofrendar a Dios porque sostienen que no nace con la Ley dada a Moisés, sino que es parte del pacto de Dios con Abraham.
Dios no desea que demos por alcanzar o por mantener la apariencia ante los hombres. Nuestro acertar debe surgir de un corazón que desea deleitar a Dios, que desea contribuir con la justicia, mostrar misericordia y crecer en la Certeza.